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Diferencias entre la separación de bienes y el régimen de gananciales

Elegir el régimen económico que regirá en el matrimonio es una decisión muy importante, ya que determinará cómo se gestionan los bienes y finanzas, sobre todo en caso de separación o divorcio. En España, los sistemas más comunes son la separación de bienes y el régimen de gananciales. No obstante, antes de optar por uno o por otro es importante conocer las diferencias entre la separación de bienes y el régimen de gananciales.

En Legaltic hemos preparado un interesante artículo para que conozca de forma clara y detallada qué implica cada sistema, cómo afecta al patrimonio de la pareja y cuáles son sus ventajas y desventajas. Si tiene dudas sobre esta cuestión, le animamos a continuar leyendo para tomar la decisión más acertada posible con respecto a su futuro matrimonio.

Separación de bienes

En este sistema cada cónyuge tiene sus propios bienes, que gestiona según sus intereses, preferencias y necesidades. En caso de que el matrimonio se disuelva no hay que repartir el patrimonio común.

Sin embargo, es importante que tenga en cuenta que la separación de bienes no implica que las finanzas de ambos cónyuges sean totalmente independientes. La razón es que tienen responsabilidades de forma conjunta en cuanto a los gastos relativos al hogar, a los hijos (alimentación, cuidados, educación, etc.) y a cualquier circunstancia que suceda en el seno de la familia.

Ventajas

Este régimen tiene una serie de ventajas que merece la pena destacar:

  • Protección del patrimonio individual. Es el beneficio más importante, puesto que en caso de divorcio o separación cada uno conserva sus propios bienes sin que el otro tenga derecho a una parte de ellos.
  • Evita conflictos en relación con las deudas. Si uno de los cónyuges contrae deudas unilateralmente, este régimen matrimonial evita que el otro sea responsable de ellas. La consecuencia más inmediata es que se evitan conflictos y problemas económicos en la pareja.
  • Simplifica la disolución. En caso de que haya divorcio o separación, el proceso de disolución es mucho más sencillo, puesto que no es necesaria la división de los bienes comunes.

Desventajas

Las desventajas son más bien subjetivas, aunque no por ello menos importantes.

La más relevante es la posible complicación en caso de adquirir bienes en conjunto. Los cónyuges tienen derecho a adquirir bienes conjuntamente, pero en caso de divorcio es necesario determinar la proporción de propiedad de cada uno y, por lo tanto, el proceso se puede alargar más.

La asunción de la separación de bienes también puede conllevar ciertos problemas emocionales debido a que se puede interpretar como una falta de confianza, e incluso como una perspectiva negativa en cuanto a la duración de la relación.

Régimen de gananciales

Este sistema es el que rige en la mayor parte del país, siempre que no haya acuerdo entre los cónyuges o no se disponga lo contrario, tal y como establece el artículo 1315 y 1316 del Código Civil. La diferencia con respecto al de separación de bienes es que aquí se diferencian entre dos tipos de bienes:

  • Bienes privativos. Son los que pertenecen a uno solo de los cónyuges, por lo tanto, es quien se encarga de su gestión. Además, cuando el matrimonio se disuelve, continúan siendo de su exclusiva propiedad.
  • Bienes gananciales. Son los que corresponden a los dos y, por consiguiente, se encargan conjuntamente de la gestión. Asimismo, se reparten entre ambos si la sociedad se disuelve. En la práctica, podemos destacar los salarios, las rentas de los bienes privativos, los bienes que se han comprado con dinero ganancial o las empresas que se hayan creado durante el matrimonio, entre otros.

Ventajas

La principal ventaja es la protección económica para ambos cónyuges. La razón es que se comparten los bienes y las deudas y, por lo tanto, ambos tienen un respaldo económico en caso de imprevistos de cualquier índole.

Por otro lado, existe un mayor nivel de facilidad en la gestión de los bienes, puesto que ambos tienen plena capacidad para administrar y disponer de ellos con plena libertad. Asimismo, si se produce la separación o el divorcio, el régimen de gananciales establece una distribución equitativa de los bienes debido a que se reparten en dos partes iguales.

Desventajas

Una de las desventajas más llamativas de este sistema radica en que la responsabilidad es compartida ante las deudas contraídas por uno de los cónyuges. Es decir, se responde solidariamente y, por consiguiente, el patrimonio común puede estar en riesgo.

Existe también un riesgo muy elevado si los cónyuges desarrollan actividades empresariales frente a terceras personas. Esto es así, ya que si uno de los cónyuges contrae deudas como consecuencia de su negocio, el patrimonio común se vería afectado.

Si continúa teniendo dudas sobre las diferencias entre la separación de bienes y el régimen de gananciales, solicite asesoramiento legal con nosotros. Confíe en Legaltic, contamos con amplia experiencia en Derecho Civil.

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